Arrecian las dudas en el PSOE por el pacto con Puigdemont: “El partido está dividido”

El pacto con Carles Puigdemont genera muchas dudas en amplios sectores del PSOE, que ve complicado sostener una legislatura sobre unos cimientos tan inestables

Jorge Sáinz en VozPópuli

El PSOE no las tiene todas consigo. El pacto con Carles Puigdemont genera muchas dudas en amplios sectores del partido, que ven complicado sostener una legislatura sobre unos cimientos tan inestables. “Esto va a ser complicado”, admiten fuentes socialistas a Vozpópuli. “El partido está muy dividido”.

Las dudas que verbalizó el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, sobre la conveniencia del acuerdo son compartidas por muchos dirigentes en otras comunidades. El Gobierno ha empezado a moverse para buscar los apoyos que necesita la investidura de Pedro Sánchez y la música de las cesiones al separatismo golpea a un PSOE muy mermado en los territorios por la debacle del 28-M.

Los contactos son más o menos fluidos con sus socios de la pasada legislatura: ERC, EH Bildu, PNV y, por supuesto, Sumar. Hay una relación de confianza construida durante estos años por el ministro Félix Bolaños, su secretario de Estado Rafa Simancas y la número dos del grupo parlamentario Isaura Leal.

El caso de Junts per Catalunya es diferente. El Grupo Parlamentario de hace unos meses estaba partido en dos: los diputados afines a Puigdemont y los adscritos al PDeCAT. Las negociaciones del Gobierno se centraban exclusivamente en estos últimos, como Ferran Bel. Mientras que la comunicación con el sector próximo al expresidente de la Generalitat, liderado por la diputada Miriam Nogueras, era prácticamente inexistente.

Financiación, catalán y amnistía

El Gobierno ha empezado a acercar posturas dando a entender que está dispuesto a transigir con cesiones de todo tipo: financiación autonómica, catalán en el Congreso y, tal y como ha publicado este diario, un discurso más laxo sobre la “amnistía” de los condenados por el golpe separatista del 2017.

Pero hay muchas dudas sobre cómo puede reaccionar Puigdemont desde Waterloo. Una de esas dudas es el pulso interno dentro del propio separatismo. “El que piense que Puigdemont va a ir de la mano de Junqueras es que no sabe el odio patológico que se tienen estos dos”, admite una voz del PSC.

Sánchez confía en que sacará adelante la investidura, pero nadie del PSOE, ni del PP, ni de ningún partido se atreve a descartar la repetición electoral por completo. La prueba de esas dudas está en la insistencia del PSOE por recurrir el recuento de votos nulos en Madrid, circunscripción en la que perdió el escaño que obliga a los siete diputados de Puigdemont a votar sí a la investidura de Sánchez.

El PSOE pelea el recuento en Madrid

El PSOE ha llegado hasta el Supremo después de dos reveses consecutivos de la Junta Electoral. La petición es sumamente extraña, porque el PSOE aspira a que unos 1.300 votos de los 30.000 declarados nulos se den como válidos para la lista socialista y recuperar así el diputado. “Los votos nulos no se convierten en válidos por arte de magia”, explica un veterano de la federación madrileña. “Es una clara señal de que no las tienen todas consigo”.

Toda esta compleja negociación debe cristalizar en algún tipo de acuerdo para la constitución de la mesa del Congreso el 17 de agosto. Si no, el PP tiene en este momento más votos para hacerse con la presidencia de la Cámara Baja. El PSOE da a entender que hay avances con el PNV y ERC y tiene atado el apoyo de Bildu. Pero nada se sabe del diálogo con Junts y de sus posibles avances.

El Gobierno ha reaccionado a toda velocidad, vía Fiscalía, para frenar el rechazo del recurso de amparo de Puigdemont contra su detención. Y no solo eso, Moncloa ha puesto toda su maquinaria a funcionar acusando a “los jueces conservadores” de utilizar la puerta de atrás contra el expresidente catalán. La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, ha llegado a admitir estos días que «lo prudente» es esperar a que se constituya «una sección» o el pleno del Alto Tribunal.