Cientos de personas siguen el ácido pregón de Xosé Manuel Fernández en Cadavedo
Los coloridos trajes regionales y las actuaciones folclóricas volvieron a convertir el acantilado valdesano en un refugio de asturianía
Isabel Gómez en El Comercio
La mañana amenazaba lluvia, pero el cielo se abrió para iluminar la Danza Prima y la procesión de la Virgen de La Riegla por el campo de La Garita, momentos que ayer hicieron de Cadavedo un refugio de asturianía. Pero la popular fiesta valdesana comenzó unas dos horas antes, cuando ocho grupos folclóricos y decenas de vecinos con trajes tradicionales desfilaron desde el barrio de Rapa hasta el acantilado en el que se erige la capilla de la patrona. Aquí, Xosé Manuel Fernández, como en los últimos doce años, puso al tanto a «nuesa siñora» de lo ocurrido desde el pasado agosto.
No hubo muchas buenas noticias, al margen de que «el Sporting subiu a Primeira ya’l Uvieu ta’n Sigunda». Sin embargo, la ácida disección de la corrupción y la crisis que ofreció con versos recitados en faliecha valdesana robaron sonrisas y aplausos a los cientos de personas que se congregaron en el campo.
Con ironía, Fernández advirtió de que «nun pode falase muitu de la pulítica est’anu» porque «una nova l.ley sacarun, pa nun l.levais la cuntraria», la «’L.ley Mudaza’». Sin embargo, no escatimó críticas a los políticos y dirigentes económicos. Y es que «subierun la l.luz bien alta, que nun pudemus pagala, pa mantener los sous cargus nas empresas que nus sangran», pero «purqu’un padre de familia faiga unas cuantas chapuzas pa lus fius dais cumida, resulta que ya’l culpable del prublema la’cunumía».
Frente a esto, recordó los ERE de Andalucía, las tarjetas de Rato y Bankia, el caso Villa, el proceso ‘Marea’ o la investigación sobre la obra de ampliación de El Musel: «¡Tantu corrutu n’historia nunca tuviemus n’España!», recalcó.
Fernández hizo también un alegato en favor de la lucha contra el hambre -«si el hambre fora epidemia ya enseñara sos miserias, tendríamuslu ya arreglau, cumu’l virus del ébola»- y no eludió la autocrítica: «Cuandu’n pulíticu’ngaña el rispunsable ta claru, si volvemus a vutalus ya volven facer l’engañu, a nos tienen que culpanus».
El pregonero de La Regalina aprovechó su función para pedir al Ayuntamiento de Valdés actuaciones pendientes en Cadavedo, como finalizar la valla del campo de La Garita y la traída de agua o más limpieza. Y descartó que falte dinero, «cul historicu sutripón que metu na contribución, qu’un diez pur cientu subiunus, asina, sin ton ya sin son».
Los amoríos de «la Preysler», las entradas y salidas de la cárcel de Pantoja o la polémica obra ‘Queso de Mujer’ del Certamen de Arte de Luarca también tuvieron lugar en un pregón que incluyó versos a La Regalina escritos por Padre Galo, fundador de la fiesta. El texto dio pie a la entrega del XXII premio de poesía Fernán Coronas al coañés Moisés Cima.
La fiesta en Cadavedo continúa hoy con una parrillada en la playa, a las 14.30 horas, y verbena en el parque del Curión.
CALEYANDO POR VALDÉS 