Por Isidro Martínez Oblanca en Asturias Diario
El año que acaba de finalizar ha supuesto un periodo muy triste para miles de familias asturianas que han visto desmoronarse las empresas que les proporcionaban sustento a través del trabajo. Las malas nuevas laborales continúan en estos primeros días de 2014 y, pese a la propaganda interesada y silenciadora, el panorama de contrariedades graves sigue sucediéndose en un fatídico gota a gota.
Se podrían citar, desgraciadamente, muchos episodios colectivos e individuales de cierres totales o parciales, pero basta con recordar los casos significativos de la Fábrica de Armas de “La Vega” (Oviedo), la de motos Suzuki (Gijón) o Monroe-Tenneco (Gijón) para obtener el retrato de la decadencia de Asturias. Se trataba de empresas que hasta hace muy poco tiempo eran una de nuestras mejores tarjetas de presentación tanto por la calidad de su producción como por la cualificación de su personal.
De la mano del PSOE y del PP, Asturias está desplomada tal y como reflejan todas las estadísticas oficiales y los diferentes indicadores económicos y sociales. Por mucho empeño que pongan los representantes de ambos partidos en disfrazar el lamentable resultado de su combinada acción de (des)gobierno, la realidad es la que representan los ya extrabajadores de un sector armamentístico con más de dos siglos de existencia en nuestra región o los de las dos ruedas o los fabricantes de magníficos e insuperables amortiguadores, producidos con tecnología gestada y perfeccionada por asturianos.
En las Cortes Generales, FORO ha promovido iniciativas en defensa de unos trabajadores transformados en víctimas de maniobras impunes e inaceptables que entremezclaron los intereses políticos con los empresariales. Si los Gobiernos nacional y autonómico hubiesen puesto todo su empeño, hoy no estaríamos hablando de sectores económicos vapuleados ni de cierres inexplicables que se apropian gratuitamente –a veces tras abundantes subvenciones públicas- de nuestra I+D+I y se la llevan de mudanza por el mundo. A la ya legendaria desidia de Mariano Rajoy se ha unido la ancestral indolencia de Javier Fernández. El resultado salta a la vista y, atención, nos concierne a todos: la pérdida de puestos de trabajo equivale a decrecimiento económico para toda Asturias. Repito, para toda Asturias.
Tampoco salimos ilesos de nuestro aislamiento que, en pleno siglo XXI, mantiene comunicaciones del pasado lo que incide en nuestra competitividad y repercute en los costes de cuanto producimos. También los socialistas de Fernández y los populares de Rajoy se han puesto de acuerdo para mermar nuestras principales infraestructuras ferroviarias (Variante de Pajares de pitiminí), retrasar la terminación de las obras en las Autovías (la del Cantábrico o la del Suroccidente, paralizada y olvidada) y dilatar el desarrollo de nuestros grandes puertos sin accesos adecuados, por no citar el dantesco cuadro de la Zalia en la que a la nefasta gestión del gobierno autonómico se le ha unido ahora la actitud del de Madrid, escabulléndose del problema y generando más ruina.
Lo que sucede no es producto de una maldición. Hay ejemplos para dar y tomar sobre este inquietante cóctel de PSOE y PP de nefastos efectos. El año 2014 recién comenzado nos lo auguran como “el de la recuperación” pero para Asturias, ha comenzado con un 31,6% menos de inversión en los Presupuestos del Estado y una actitud burlesca e ilegal del autonómico para gestionar la prórroga de los suyos.
A todo esto, no se tienen noticias de los popes regionales, tan proclives a quejarse a todo trapo de Alvarez-Cascos cuando era ministro en el gobierno de Aznar o cuando presidió el gobierno autonómico. Les ha debido salir el pacto del duernu por la culata.
Isidro Martínez Oblanca
Senador de FORO
Publicado en Asturias Diario, 11 de enero de 2014
CALEYANDO POR VALDÉS 