Vaquero tiene el “Corte de Manga” en su puerta

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Los plumillas de esta humilde web, la mejor informada, la más entretenida y la más leída de Asturias, sugeríamos ayer que la escultura conmemorativa del inolvidable corte de manga de Gehry al pornopanfleto catalán y antiasturiano confeccionado en Oviedo no se colocara delante del Teatro Campoamor, en la confluencia de la calle Palacio Valdés y de la plaza del Carbayón de Oviedo, donde proponía Arturo Román, alias José Manuel Vaquero en su crónica, porque ese no era el sitio conmemorativo adecuado. Y nos manifestamos partidarios de pedir al Ayuntamiento de Oviedo que colocara la escultura del monumento en la calle Calvo Sotelo de Oviedo, a la altura del número 7, justo delante del despacho del editor del pornopanfleto catalán y antiasturiano, que es a quien realmente dirigió Frank Gehry en última instancia su corte de manga antológico.

También recordamos ayer que Vaquero es el editor del pornopanfleto catalán y antiasturiano confeccionado en Oviedo más mentiroso y manipulador de los conocidos, sobre todo cuando se trata de engordar la faltriquera del propietario de EPI, Javier Moll. El sábado La Nueva España intentó desviar el memorable corte de mangas que les dirigió Frank Gehry en respuesta a la maleducada, grosera y desagradecida pregunta de su plumífero, titulando en el panfleto que «El creador del Guggenheim responde a una pregunta de La Nueva España dedicando una «peineta» a quienes consideran sus trabajos arquitectura espectáculo». Pero no fue así. Por ejemplo, La Vanguardia entendió correctamente lo que vio y escuchó todo el mundo, y tituló con la gran foto que “Frank Gehry dedica una ‘peineta’ a un periodista que le preguntó por la «arquitectura espectáculo». El corte de mangas se lo llevaron Vaquero y sus plumíferos, no los supuestos críticos que pasaban por la mente del preguntador.

Aunque solo sea virtualmente, la monumental escultura “El Corte de Mangas” ya está colocada en el lugar adecuado: debajo del despacho de José Manuel Vaquero. Todos los días en este lugar el editor del pornopanfleto la puede admirar desde su ventana y los plumíferos del calvosotelobúnquer podrán disfrutar con el resultado de su infame y sucio trabajo de manipulación informativa para reafirmarse en sus convicciones manipuladoras. Falta por colocar la placa de bronce que propusimos a Caunedo con un texto que diga esto: “En homenaje a La Nueva España, modelo de pornopanfletos catalanes, a Javier Moll, su propietario, y a José Manuel Vaquero, doctor en fabricación de basura informativa antiasturiana, como recuerdo del inolvidable corte de mangas que les espetó Frank Gehry, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2014, para responder con cortesía canadiense a una pregunta faltona, impresentable y maleducada, propia de plumíferos aspirantes al premio Pulitzer, con la que recibieron en Asturias a un genio de la arquitectura mundial. Oviedo, 27 de octubre de 2014”.

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